Trabajos 2007: LA MACHI

LA MACHI

Introducción

Antes de entrar de lleno al tema central de este trabajo, recordaremos algunos antecedentes sobre los Mapuches.


El pueblo Mapuche (mapu: tierra, che: gente) constituye uno de los pueblos originarios más numeroso que sobrevive en la actualidad. Con una población cercana al medio millón de individuos conservan aún su lengua, Mapudungún, creencias, costumbres e identidad. Se destacan los vínculos familiares y religiosos que los unen e identifican como una verdadera nación. De hecho, su núcleo fundamental es la familia, la cual vive en una ruca siendo el jefe de hogar el hombre, quien trabaja fuera de la casa en la agricultura y en el cuidado del ganado, especialmente ovino. La mujer se preocupa de las tareas domésticas, el cuidado de los hijos, pero también es la que conserva y crea los contenidos y valores de su cultura, transmitiéndolos a su grupo familiar.

Dentro del pueblo Mapuche, las autoridades que se destacan son:

  • Weupife: encargado de transmitir la memoria del pueblo a través del relato oral de generación en generación.
  • Werken: mensajero de la comunidad.
  • Ñgempin: persona educada en la religiosidad que tiene la facultad de sugerir medicamentos pero no posee la fuerza del machi.
  • Toqui: líder elegido para enfrentar una guerra.

Y por último y no menos importante, la Machi de quien les voy a comentar con mayor detalle a continuación.

Desarrollo

El nombre Machi es usado para designar a la persona que tiene la función de autoridad religiosa, consejera, curandera y protectora del pueblo Mapuche.

Si bien el cargo de Machi es ocupado en su mayoría por mujeres, este oficio ha sido ejercido también por hombres. Tienen mucha influencia y rango entre los suyos, destacándose el innegable respeto hacia sus creencias.

Quienes se dirigen a ellas son los enfermos en busca de alivio a sus males y los que quieren que les adviniese o pronosticase algún asunto en particular.

Practican curaciones con hierbas, frotaciones, bebidas y algunas con artes de hechicería, (existen Machis buenas y malas) y se creen intermediarias entre la gente y el mundo de los espíritus.

A través de sueños y visiones premonitorias, las Machis saben que han sido elegidas para ser intermediarias entre el pueblo mapuche y los dioses. Mediadoras entre este mundo y lo sobrenatural, juegan un papel fundamental en este sistema cosmológico. A través de su mediación, se otorga salud, bienestar, tranquilidad y abundancia. La Machi también está dotada de facultades adivinatorias, terapéuticas y rituales, funciones que en la actualidad son ejercidas principalmente por mujeres. Usando su poder de comunicación con los seres sobrenaturales, expulsa a los espíritus malvados que causan daño.

Elección de la Machi

Para llegar a ser Machi se requiere que la mujer u hombre mapuche tenga voluntad, carácter y coraje, ya que la iniciación es larga y penosa. Normalmente la persona es seleccionada en su infancia, siendo reclutadas a través de muchas formas; entre ellas por:

  • sueños premonitorios.
  • revelaciones sobrenaturales.
  • influencia de la familia.
  • por transmisión hereditaria.
  • su poder de curación de enfermedades.
  • iniciativa propia.

Será el Kugna que posee cada linaje o familia lo que determinará quien será la persona que asumirá este rol. Posteriormente mediante la ceremonia del Machiluwun (ceremonia del pueblo mapuche, llevada a cabo como un ritual solemne para poder realizar su función la nueva Machi y que se caracteriza por durar varios días y en donde toda Machi debe realizarlo para poder ejercer como tal en la comunidad Mapuche), se consagra el nuevo Machi.

La vida como Machi en el pueblo Mapuche

En muchas de las ceremonias rituales mapuches y de acuerdo a la cosmovisión, se persigue la compensación de las fuerzas del bien (Ngnechen) con las del mal (Weküfe). El primero significa vida y construcción, el segundo destrucción y muerte.

Para el Nguillatun (ceremonia de rogativa), se necesita un lugar especialmente dispuesto para este fin. En su centro se instala el rewe y a su alrededor los participantes. Dura un mínimo de dos días y un máximo de cuatro. La rogativa es por diversos motivos: el clima, las cosechas, para evitar las enfermedades o para lograr la abundancia de alimentos. Durante la ceremonia se realizan bailes acompañados de diversas oraciones. Además se sacrifica un animal, generalmente un cordero en donde su sangre se asperja o se reparte a los invitados, ofreciéndose a los participantes la bebida ritual llamada muday (maíz fermentado). El cuerpo del animal sacrificado puede ser completamente quemado en un fogón para ser consumido.

La Machi en esta ceremonia aparece como una auxiliar del oficiante y entre los sones de su kultrung canta: "Te rogamos que llueva para que produzcan las siembras, para que tengamos animales. "Que llueve" diga usted Hombre Grande cabeza de Oro y usted. Mujer Grande rogamos a las dos grandes y antiguas personas."

Por otra parte, el Machitún (ritual de sanación), es una ceremonia propiamente de la Machi y que consta fundamentalmente de tres partes:

  • El diagnóstico de la enfermedad.
  • Su expulsión.
  • Una revelación sobrenatural sobre esta sanación.

En ella, la Machi realiza exámenes relativos a ciertos síntomas, evidencias del enfermo o por signos misteriosos que observaron éste o sus parientes; pudiendo incluso haber sido contagiado un animal el cual también debe examinarse. A su vez, se hace el diagnóstico por revelación del más allá.

En la totalidad de este contexto, son importantes los instrumentos utilizados por la Machi, es decir, el kultrun y el rewe.

El Machitún se desarrolla de la siguiente forma: dentro de la ruca del enfermo se reunían con él sus parientes. Lo tendían en el suelo y a su cabecera la Machi plantaba una rama de canelo. Hacía descuartizar un guanaco, le extraía el corazón y salpicaba con su sangre la rama de canelo. Quemaba algunas hierbas y llenaba de humo la habitación. Luego recitando palabras cabalísticas, se acercaba al paciente, fingía chupar la parte de su cuerpo en que estaba la dolencia y salivaba rojo. Finalmente en medio de la sorpresa general, presentaba el espíritu malo materializado en un palito, un inocente sapito o una angustiada lagartija: éste era el daño.

Pero había veces en que el enfermo no sanaba; entonces la Machi se disculpaba diciendo que el maleficio había dañado al paciente las "entrañas más nobles".

Su papel en la medicina Mapuche

Para entender el concepto de salud mapuche deben conocerse algunos aspectos de su cultura. En la cosmovisión mapuche el orden del universo se rige por una serie de fuerzas opuestas y complementarias que deben estar en armonía. La intervención humana y/o de otros entes de la naturaleza pueden llegar a alterar ese orden para dar paso a una relación conflictiva entre el cosmos y el ser humano, entre el individuo y su medio social. Dentro del concepto de salud es importante que el individuo esté en armonía con su entorno, los demás miembros de su comunidad y consigo mismo. La enfermedad es concebida como una pérdida de este equilibrio. Se puede entender así que en su sistema médico se mezclan la etiología con la sintomatología. El cuerpo no está dividido en sistemas, sino que todos los órganos están relacionados. El diagnóstico y tratamiento aborda estos dos aspectos.

La Machi es una persona con gran sabiduría y poder curativo; es el personaje principal de la medicina Mapuche. Tiene un conocimiento exacto del valor medicinal de cada planta y de cada sustancia; para usar en su medicina las hierbas y plantas requeridas para el Lawen (remedio); tiene también el poder de los espíritus y los sueños (peumas) que son de gran importancia, al ser analizados e interpretados al despertar, muchas decisiones importantes surgen de ello. A través de estas prácticas sanan las enfermedades de su pueblo e incluso las enfermedades winkas (extranjero, blanco).

Su papel a nivel espiritual

La Machi es la persona que maneja y resuelve la preocupación general de la sociedad mapuche con respecto a las fuerzas malignas y dañinas del mundo. Se considera que tiene los secretos para controlar el clima y el poder de predecir hechos futuros o descubrir las cosas ocultas.

Ya que su función cotidiana básica es la de curar, una Machi también tiene los conocimientos necesarios que le permitirán descubrir al calcu (persona que practica el mal en una forma mística o espiritual), bruja o a cualquier otro individuo que, mediante la utilización de poderes o ayuda sobrenaturales, quiera causar un daño o la muerte a otra persona. En la tradición chilota, tiene un papel destacado como la persona encargada de combatir a los brujos chilotes.

La actitud de la Machi

La actitud que toda Machi debe seguir es el camino indicado en el Admapu (conjunto de antiguas tradiciones, leyes derechos y normas que rigen el comportamiento del pueblo Mapuche), y el no dejarse llevar por el mal o por las malas actitudes; si no lo cumple, estará siguiendo el camino que la conducirá a ser considerada un Calcu.

Las actitudes con las que una Machi termina siendo un Calcu son las siguientes:

  • Ser una persona envidiosa y/o codiciosa, presentando un mayor interés por el dinero, que por curar al necesitado.
  • Ser una persona que no usa su conocimiento sabiamente y/o lo usa para hacer el mal, integrándose así a las fuerzas que luchan contra el ser humano.

Conclusión

En síntesis, se puede afirmar que la función de la Machi es propiciatoria del bien y su oficio le confiere una posición importante en la comunidad mapuche. A ella se llega por vocación que se expresa en visiones oníricas y requiere de un largo periodo de preparación, después de que la machi o el machi adquieren la calidad de tal, que perdura por vida. Sus canciones, ritmos y objetos rituales conservan el prestigio de sus poderes misteriosos y son considerados con cierto recelo y veneración, a la vez que son vedados al conocimiento de personas ajenas a la comunidad mapuche.

G:J:L:K.








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